Síntesis Política: “Y a mi, por qué me miran”
Las elecciones del 12 de septiembre se realizaron. Las PASO, pasaron.
En esta jornada quedaron nominados quienes serán los candidatos que participarán el 14 de noviembre en los comicios donde se eligen diputados y senadores.
Fue una especie de simulacro donde al gobierno le fue mal. Muy mal.
En todo el país, la oposición obtuvo un 40.5% de los sufragios mientras el gobernante Frente de Todos alcanzó un 31.3%.
El país que tenía el color azul del partido del gobierno se tiñó de amarillo del opositor Juntos para el Cambio, quien logró, en 2015 llegar a la presidencia de la mano de Mauricio Macri.
Hoy, la realidad es diferente. Si estos datos se confirman en noviembre, el actual jefe de la oposición, Horacio Rodríguez Larreta tiene posibilidades de llegar a gobernar el país en 2023.
Su partido deberá volver a ganar dentro de dos meses, pero además posteriormente Larreta tendrá que enfrentar una interna con la presidenta del PRO, Patricia Bullrich, o tal vez, quien lo sabe, con el mismísimo Mauricio Macri.
Para las elecciones presidenciales de 2023 cronológicamente sólo faltan dos años. Aunque en la Argentina, ese lapso puede ser mucho más de 24 meses. Aquí muchas cosas se modifican cada 24 horas.
Lo cierto que el oficialismo sufrió, ahora, una derrota apabullante. Y deberá rearmarse.
Mientras, la oposición tuvo una gran victoria y solo debe reacomodar unas pocas fichas para volver a participar.
Tras la dura derrota sufrida en las Paso, las voces del oficialismo comienzan a escucharse entre la resignación por el hecho consumado y un atisbo de autocrítica.
La candidata del Frente de Todos, Victoria Tolosa Paz fue contundente en definir la derrota electoral: “Nos dieron una cachetada”.
También hizo una autocrítica hacia adentro: “Con las herramientas que usamos hasta ahora no alcanza.
Está claro que el descontento se expresa. Cuando una sociedad está descontenta es que la política de quienes gobernamos, no pudo transformar la vida de la gente”, finalizó.
“Gestión, gestión y gestión”, repiten los hombres más cercanos al jefe de Estado. Todos niegan cambios de gabinete inminentes pero habrá que esperar la reacción de los otros socios de la alianza gobernante.
Ninguno está en condiciones de exigir nada. El kirchnerismo perdió votos en distritos que gobierna y los sufragios de Sergio Massa nunca aparecieron. La derrota no es sólo de Alberto Fernández.
Sin embargo todas las miradas apuntan al ministro de economía, Martín Guzmán, ya que es cierto que las elecciones se perdieron por dos factores, el primero es la pandemia, inevitable y donde el gobierno hizo lo que pudo que es bastante.
Pero, a pesar de ello, se perdieron 110 mil vidas en todo el territorio por efecto del coronavirus, una catástrofe y, al día de hoy, hay una impresionante cantidad de ciudadanos que aún no obtuvieron que le coloquen la segunda dosis de la vacuna.
Tras la derrota, fuentes de la Casa Rosada aseguran que el ministro de Economía está firme en su cargo.
Pero, sin dudas las elecciones fueron un golpe muy duro, durísimo. En realidad, el sector más duro del oficialismo viene cuestionando desde hace tiempo al ministro Guzmán.
De allí es que desde hace meses fueron surgiendo nombres para su eventual reemplazo, y en esa danza de nombres, siempre picaron en punta dos funcionarios actuales que pertenecen al círculo más cercano del gobernador bonaerense Axel Kicillof.
Se trata de Paula Español, la secretaria de Comercio y Augusto Costa, ministro de Producción bonaerense, quienes cuentan con el total aval del gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, para desplazar a Guzmán.
Pero el resultado de ayer cambió totalmente el panorama, ya que el golpazo para el oficialismo dejó mal herido no sólo al presidente Alberto Fernández y a la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, sino también al propio Kicillof.
Esto descolocó totalmente las aspiraciones políticas inmediatas del mencionado gobernador. Y con esta realidad, en este momento, Guzmán no tiene reemplazo, más si se tiene en cuenta que hay que terminar de acordar con el Fondo Monetario Internacional
Un integrante del gabinete expresó: “El que tiene los papeles y la llave para cerrar un acuerdo cercano con el Fondo Monetario Internacional es sin duda Guzmán.
Si lo reemplazan en este momento, el trabajo con el Fondo se dificulta mucho más, hasta incluso se podría demorar más de lo apropiado”, enfatizó ese mismo funcionario.
Lo cierto es que aún se escuchan los ecos de la derrota y habrá que dejar pasar unos días para que el malestar decante y ver que decisiones se toman en una Argentina donde todo es posible.