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Síntesis Política: Tensión en el gobierno

La contundente derrota del oficialismo en las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO), generaron grandes niveles de autocríticas. Diez puntos es una diferencia que hoy se ve irremontable.

Es cierto que los que ganaron como los que perdieron saben que, los verdaderos comicios, los que definen la composición del congreso de la nación, son los que se realizarán el 14 de noviembre.

La Cámara de Diputados se renueva por la mitad cada dos años, de manera que en 2021, de un total de 257 diputados nacionales, 127 finalizarán su mandato. Esas son las bancas que se pondrán en juego el 14 de noviembre.

La Cámara de Senadores, en tanto, renueva un tercio cada dos años, ya que en este caso el mandato de los senadores nacionales es más extenso y alcanza los 6 años. De esta forma, de un total de 72 senadores, en los comicios de noviembre se elegirán 24.

Un dato curioso: si la oposición logra 8 senadores más de los que tiene actualmente la vicepresidenta de la Nación y Presidenta del Senado, Cristina Fernández de Kirchner, perderá el quorum propio que tiene actualmente y que le permite actuar sin sobresaltos. Sin esa posibilidad sus últimos dos años de mandatos pueden ser complicados.

Tal vez por eso y por las situaciones judiciales que Cristina Kirchner tiene aún pendientes, esta fue una semana de mucho nervio, interpretaciones y reuniones. Días críticos se vivieron en la Argentina.

Luego de la derrota se reunieron el presidente Alberto Fernández con la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner y las versiones indican que ambos estuvieron de acuerdo en tomar medidas urgentes para engrosar el bolsillo de los votantes sin cambiar de momento ministros.

Pero algo salió mal y motivó el enojo de la vicepresidenta: una espiral de gestos y provocaciones dentro de la alianza gobernante provocaron un día agitado con un final aún abierto. El Presidente no aceptó la renuncia de ningún ministro y tampoco pidió ninguna, pero la historia no está cerrada.

Fernández hizo un acto  acompañado por el ministro de Economía, Martín Guzmán, en el que anunciaron juntos un proyecto de promoción de la producción de hidrocarburos.

Allí, con Santiago Cafiero y Matías Kulfas en primera fila, hubo un extenso discurso del jefe de Palacio de Hacienda en el que mencionó varias veces de manera elogiosa a la vicepresidenta. Pero lo que habría desatado el enojo de Cristina Kirchner es que Guzmán dijo que la economía estaba bien.

Los ministros del gobernador bonaerense Axel Kicillof pusieron a disposición sus renuncias. Unos minutos más tarde, el ministro del Interior del presidente, Eduardo “Wado” de Pedro, presentó su dimisión a través de los medios de comunicación.

En un lapso de 50 minutos, lo siguieron en efecto dominó el resto de los funcionarios nacionales que responden a Cristina Kirchner: la titular del PAMI, Luana Volnovich; el de Aerolíneas Argentinas, Pablo Ceriani; la secretaria de Comercio, Paula Español; la jefa de Anses, Fernanda Raverta; el ministro de Justicia, Martín Soria; el de Ciencia y Tecnología, Roberto Salvarezza; el de Cultura, Tristán Bauer; y el de Ambiente, Juan Cabandié, entre otros.

Era casi imposible no leer el gesto como una presión para que hicieran lo mismo los ministros ligados a Alberto Fernández para que el presidente tuviera que tomar una decisión respecto de a quién ratificar y a quién aceptarle la invitación a dar un paso al costado.

Eso no ocurrió. La crisis en la coalición gobernante estaba desatada.

La Confederación General del Trabajo ratificó su apoyo al presidente, que ya por estas horas, se lo notaba golpeado.

Mientras tanto, el presidente de la Cámara Baja, Sergio Massa, oficiaba como “pacificador”. “El rol que va a tomar es de intermediario entre las partes, conciliar, transmitir paz y tranquilidad para preservar la unidad”, insistió un vocero de su espacio.

En tanto, Raúl Jalil, gobernador de Catamarca, manifestó su apoyo al primer mandatario.

También en este mismo sentido, llegaron los mensajes del gobernador de La Rioja, Ricardo Quintela,  y de Gustavo Bordet, gobernador de Entre Ríos, de Sergio Uñac (San Juan, de Gustavo Mellella (Tierra del Fuego); Oscar Herrera Ahuad (Misiones); Juan Manzur (Tucumán); Omar Gutiérrez (Neuquén), y Alberto Rodríguez Saá (San Luis).

El presidente Alberto Fernández y la vicepresidenta Cristina Fernández expusieron públicamente sus posiciones en un debate abierto tras el resultado de las PASO.

En su mensaje el Presidente aseguró que la “coalición de Gobierno” debe “escuchar el mensaje de las urnas y actuar con toda responsabilidad”.

Advirtió que “la altisonancia y la prepotencia no anidan” en su ánimo y expresó su compromiso con la gestión, que “seguirá desarrollándose” del modo que “estime conveniente”.

Por su parte, Fernández de Kirchner manifestó su confianza en que con la “misma fuerza y convicción” con que el Presidente enfrentó la pandemia de coronavirus, también se sentará con su ministro de Economía, Martín Guzmán para evaluar el proyecto de Presupuesto 2022.

“Hasta he sufrido un vicepresidente declaradamente opositor a nuestro Gobierno. Duerman tranquilos los argentinos… eso nunca va a suceder conmigo”, sostuvo la vicepresidenta, en referencia al radical Julio Cobos, tras lo cual le pidió al Presidente que “honre la voluntad del pueblo argentino”.

Hay casi 11 millones de personas que no votaron ahora, pero podrían presentarse en las próximas elecciones, la pregunta del millón es, a quién votarían ya que, semejante caudal, puede modificar cualquier suposición previa.

Pero la derrota en las elecciones primarias resquebrajó a la alianza gobernante. Y la demolición, se hizo oír.

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