Síntesis Política: “No nos han vencido”
Hubo un día después de las elecciones. Un día raro, pero día al fin.
Los resultados de los comicios celebrados el domingo tuvieron un escrutinio rapidísimo. A las 21 ya se conocían la mayor parte de los datos.
Sin embargo y a pesar que suelen decir que las aritméticas no fallan, muchos números que señalaron derrotas fueron tomados como triunfos.
Las matemáticas no erran, pero fue, como si de pronto una ciencia exacta se hubiese convertido en psicoanálisis ortodoxo plagado de interpretaciones, sueños y asociaciones libres.
Los datos duros decían que a nivel nacional, el oficialista Frente de Todos perdió por 8 puntos mientras que también fue derrotado en la provincia de Buenos Aires, aunque allí, sólo por un punto.
En la ciudad de Buenos Aires la distancia fue de 24 puntos. También el oficialismo perdió las provincias más grandes como Córdoba y Santa Fe.
Sin embargo, en el Frente de Todos sus máximos dirigentes, dijeron que lo de la provincia de Buenos Aires se trató de un “empate” y festejaron la “victoria nacional” (¿) con un gran acto realizado a mitad de semana, en la Plaza de Mayo.
Allí estuvo presente toda la liturgia peronista. Hubo bombos, gorro, bandera, vincha y, por supuesto, choripán.
La impresionante concurrencia, más de cien mil personas, participó del acto en el que sólo hizo uso de la palabra el presidente de la nación, Alberto Fernández quien celebró la peor elección nacional que haya hecho el peronismo en casi 38 años de la nueva democracia argentina
Unos minutos antes, Héctor Daer, uno de los tres dirigentes que comandan la Confederación General del Trabajo, habló de la necesidad de trabajar para la reelección del primer mandatario.
Algo que ni al mismísimo Fernández se le había ocurrido.
En el acto sólo habló el primer mandatario, quien sostuvo que “el presidente que está acá es el que eligió el pueblo argentino en 2019”.
Fue un discurso corto y con escaso contenido. Aseguró que “este año los sueldos van a ganarle a la inflación” y que “lo más importante es que el salario de los que trabajadores no va a pagar más impuestos a las ganancias.
Hoy es un día oportuno para que demos inicio a esta segunda etapa de Gobierno y empecemos a levantar lo que haya que levantar en Argentina”, exclamó el presidente.
También le agradeció “a cada compañero y compañera militante que se movilizaron cuando vieron la derrota en las PASO” y además consideró que “militar en política es un enorme acto de amor”.
Asimismo, destacó el rol del Gobierno después del 12 de septiembre: “Las urnas de las PASO nos dejaron un mensaje que escuchamos. Corregimos cosas y dictamos medidas”.
Ante las críticas por el acto del día de la fecha, sostuvo que “el triunfo no es vencer, sino es nunca darse por vencido”, al tiempo que subrayó: “No nos han vencido porque tenemos más ganas que nunca”.
Las urnas de las PASO nos dejaron un mensaje y nosotros escuchamos ese mensaje; también oímos el mensaje de las elecciones del domingo; tengo muy en claro que hay mucho por hacer y hay muchos que están esperando que este Gobierno haga mucho más y lo vamos a hacer”, indicó.
Fernández criticó a quienes antes de las elecciones legislativas vaticinaron un estallido en la Argentina o difundieron versiones desestabilizantes y les advirtió que los peronistas “demostramos una vez más”, con la Plaza llena, que “no nos han vencido porque tenemos más ganas que nunca”.
El Gobierno nacional apuesta al diálogo con todos los sectores para cerrar un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) que le permita al país “continuar creciendo” de modo tal que se pueda “redistribuir” esos ingresos que genere la actividad económica a toda la sociedad.
Eso es lo que se busca desde la Casa Rosada. Sin embargo la oposición habla de otra cosa.
Juntos por el Cambio advirtió al Gobierno: “No entendió el mensaje de las urnas”.
Desde el espacio de Mauricio Macri pidieron que “el oficialismo escuche el mensaje de las urnas y respete la voluntad popular”.
También remarcaron que “fue una derrota” contundente lo ocurrido el fin de semana en los comicios.
“El kirchnerismo decidió avanzar unilateralmente en una agenda legislativa exprés, antes de perder poder en ambas Cámaras“, sostuvo un referente de ese espacio.
En esa misma línea, la diputada electa Graciela Ocaña, insistió en que: “El Gobierno no entendió el mensaje de las urnas. Se terminó el tiempo del atropello legislativo y una agenda alejada de la gente”.
Comienza una nueva etapa. El gobierno tiene dos años por delante para delinear un rumbo para la Argentina. La oposición necesita armarse, terminar con sus diferencias internas y preparar un candidato para competir en la elección presidencial de 2023.
Esos objetivos no parecen fáciles. La grieta entre los dos sectores se profundiza pretender que vaya cicatrizando y ambos sectores trabajen para el mismo lado, parece un objetivo poco probable.
Pero, como suelen decir: “La esperanza nunca se pierde”.