Síntesis Política: Domingo electoral
Llega la segunda y última prueba electoral del año. El pueblo, en las urnas definirá la composición del nuevo Congreso Nacional.
34 millones de personas votan el recambio para 127 bancas de la Cámara de Diputados y 24 del Senado que se renovarán en diciembre.
Estos comicios constituirán la segunda prueba electoral del 2021 tras las primarias abiertas, simultáneas y obligatorias (PASO) de septiembre, donde la oposición triunfó ampliamente.
Las elecciones de medio término definen la correlación de fuerzas en la composición del Congreso Nacional para el segundo tramo de la gestión del presidente Alberto Fernández.
El desafío del Frente de Todos será mejorar los resultados obtenidos en las PASO del 12 de setiembre y acortar la ventaja que logró la coalición opositora Juntos por el Cambio en distritos claves como Buenos Aires, Córdoba, Santa Fe y CABA.
El nuevo período legislativo será fundamental para el acompañamiento de las políticas que impulse el Poder Ejecutivo, en su plan de reactivación del país tras los estragos causados por la pandemia de coronavirus.
Para la oposición, en tanto, aumentar su presencia en el Congreso Nacional constituye la plataforma necesaria para ordenar los liderazgos internos y consolidar sus aspiraciones presidenciales hacia el 2023.
Las PASO representaron victorias para el oficialismo en Catamarca, Formosa, La Rioja, San Juan, Santiago del Estero y Tucumán.
Sin embargo, la disputa en la provincia de Buenos Aires, la de mayor peso electoral del país por representar el 37% del padrón, le dio una ventaja de casi 10 puntos a Juntos sobre el oficialismo y en Córdoba, el segundo distrito de mayor volumen, la brecha fue todavía mayor.
Además de los 13 millones de electores de la provincia de Buenos Aires, serán gravitantes también en los comicios los votos de 3 millones de cordobeses, 2,7 millones de santafesinos y 2,5 millones de porteños, que en conjunto superan la mitad del volumen electoral del país.
Del total de 127 bancas que se ponen en juego en la Cámara de Diputados, 60 están en poder de Juntos por el Cambio y 51 en manos del Frente de Todos.
Si se repitieran los resultados de las PASO, la coalición opositora alcanzaría la primera minoría con 188 bancas y el oficialismo podría perder nueve lugares y quedarse con 111 diputados, por lo que dependería de acuerdos con fuerzas provinciales para alcanzar el quórum de 129 legisladores.
La competencia por las plazas del Senado, en tanto, estará marcada por la aspiración del oficialismo a retener el quórum propio en el recambio de este año de las plazas de Corrientes, Santa Fe, Córdoba, Mendoza, La Pampa, Chubut, Catamarca y Tucumán.
En las primarias de septiembre, poco después de conocerse los resultados, el presidente Alberto Fernández pronunció un discurso en el que aseguró que había tomado nota del mensaje de la ciudadanía en las urnas.
“Escuchamos con respeto y mucha atención el veredicto de la gente; hay errores que no debimos haber cometido; de los errores aprendemos. Hay una demanda y a partir de mañana vamos a prestarle atención y resolver el problema que la gente nos plantea”, expresó entonces Fernández.
Luego de algunas tensiones internas, el oficialismo dispuso cambios en la estructura del Gabinete y dinamizó acciones para reactivar la economía, golpeada por las consecuencias del impacto del coronavirus en el país.
Con Victoria Tolosa Paz a la cabeza de la lista para la provincia de Buenos Aires y Leandro Santoro al tope de la nómina porteña, el Frente de Todos reforzó las actividades en los territorios, en lo que llamó una campaña de cercanía, con diálogo directo entre postulantes, militantes y ciudadanos.
Juntos por el Cambio, por su parte, volvió a apoyar su agenda electoral en cuestionamientos a la gestión de Gobierno y centró sus acciones en la provincia de Buenos Aires, detrás del candidato a diputado nacional Diego Santilli, acompañado por el jefe comunal porteño, Horacio Rodríguez Larreta.
Con un protocolo sanitario más flexible y casi 27 millones de argentinos vacunados contra el coronavirus con dos dosis, la votación mantendrá el esquema ampliado de centros de votación -al igual que en las PASO- y la participación de 17 mil facilitadores sanitarios en 101.457 mesas de todo el país.
Poco antes de los comicios, el presidente Alberto Fernández convocó a la militancia a realizar el “máximo esfuerzo” para explicar lo que está en juego en las elecciones y afirmó que “hay que ponerles límites” a los abusos de algunos formadores de precios.
“Debemos encarar el tema de la corrección de los precios con decisión, y pararnos activa y firmemente frente a los formadores de precios.
En los últimos años se consolidaron grandes monopolios en materia de producción alimenticia. Y hay que ponerles límites”, afirmó el mandatario destacando que su agenda de los próximos dos años estará centrada en “mejorarle la vida a la gente”.
Lo cierto es que el domingo 14 se vota. El país elige representantes parlamentarios. Luego, continúan dos largos años de gobierno para Alberto Fernández. Un desafío que genera amplia expectativa en todos los sectores de la sociedad.
A esta altura se diría que, además de ser una elección legislativa, la elección es un plebiscito sobre la gestión de Alberto Fernández y sobre su futura gobernabilidad.
Lo que no se sabe es si el resultado será o no vinculante, más allá de lo legislativo. Si lo es, la primera semana después de las elecciones promete ser muy agitada en la República Argentina.
Pero si la incertidumbre se estira, estaremos en diciembre, mes clásico de conflictos en el país. Nada demasiado novedoso para los argentinos.