Panorama Político: Macri, Duhalde y el virus
El nuevo “piso” de contagiados por coronavirus en la Argentina es de 8 mil personas diarias.
La novedad es que la situación de Buenos Aires dejó de ser la preocupación casi exclusiva del gobierno por la expansión de la pandemia en el resto del país.
Los casos comienzan a acumularse por primera vez en las otras 22 provincias.
Alberto Fernández quiere que los gobernadores empiecen también a pagar los costos por lo que ocurre en sus respectivos territorios.
Preocupa al presidente la infraestructura de las provincias para hacer frente ante la emergencia sanitaria. Porque más allá de la suba de casos en Buenos Aires, la ocupación de camas se mantiene en torno al 66% y nunca se llegó al colapso como se está viviendo en algunas localidades del interior.
Ocurre que en las ciudades pequeñas, y en las no tan pequeñas, la capacidad de respuesta de los sistemas de salud locales no está preparada para enfrenar la actual situación.
Por eso, hay provincias como la de Río Negro que ya están cerca de enfrentar el dilema de la última cama. Es decir, la decisión de elegir entre tratar a un contagiado grave en vez de a otro.
El ministro de Salud de la Nación, Ginés González García, expresó: “Nuestro objetivo ya no es que menos gente se enferme, sino que menos gente se muera”. Pero hay más de ocho mil fallecidos.
En medio de la pandemia, reapareció la “polítiquería de entrecasa” cuando el ex presidente Eduardo Duhalde en un medio de comunicación realizó declaraciones escandalosas, que fueron contestadas por propios y extraños.
Entre lo más exorbitante, Duhalde dijo que este gobierno no llega al próximo año y que en Argentina habrá un golpe.
Y amplió: “Es ridículo que piensen que el año que viene va a haber elecciones. ¿Por qué va a haber elecciones?”, dijo y añadió que la Argentina es la “campeona de las dictaduras militares”.
Referentes de todo el arco político, funcionarios, legisladores y organizaciones de varios sectores rechazaron esas expresiones.
“Argentina ya decidió hace muchos años vivir en democracia y apostar al régimen democrático. El grito de ‘Nunca más’ que se escuchó durante el gobierno de Raúl Alfonsín fue una bandera para todos nosotros después”, dijo el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, en Casa de Gobierno.
Por su parte, el ministro de Defensa, Agustín Rossi, afirmó que “es imposible que un escenario de estas características tenga lugar en la Argentina de hoy” y destacó el “fuerte compromiso con la democracia y con la Constitución Nacional” por parte de las Fuerzas Armadas, que “están absolutamente integradas al sistema democrático”.
En tanto, la ministra de Seguridad, Sabina Frederic, reivindicó “la democracia y el Estado de Derecho” y aseguró que “todas las instituciones del Estado” consolidadas desde 1983 están “comprometidas con la promoción y el fortalecimiento de la Constitución Nacional”.
“‘Esto va a estallar’. ‘Vamos a una guerra civil’. ‘Habrá golpe de Estado’. Solo quieren condicionarnos, arrancar concesiones y reducir derechos. El Gobierno, junto a los argentinos, está firme y atento para impedir que achiquen nuestra democracia”, tuiteó, por su parte, la secretaria Legal y Técnica de la Presidencia, Vilma Ibarra, persona de estrecha confianza del presidente Alberto Fernández.
Todo finalizó cuando el mismo artífice de todas estas declaraciones, Eduardo Duhalde, atribuyó sus dichos al haber atravesado un estado “psicótico momentáneo”.
En otro orden de cosas, una encuesta de Management & Fit reveló que la crisis económica es por lejos la mayor preocupación de los argentinos, muy por encima del miedo a contagiarse de coronavirus.
Por otra parte, el primer mandatario Alberto Fernández acusó a Mauricio Macri de haberle recomendado no hacer cuarentena y de sugerirle “que se mueran los que tengan que morirse”.
Macri escribió una carta con el título “El valor de la palabra presidencial”, donde niega absolutamente que haya hecho esas declaraciones en una charla telefónica con Fernández.
“Es falsa la versión que el presidente ha dado sobre nuestra conversación. De ninguna manera dije las cosas que ha relatado en estos días”, escribió Macri, actualmente paseando por Europa.
El intendente de Lomas de Zamora, Martín Insaurralde, descalificó al ex presidente y a sus dichos, denominándolo “domador de reposeras” y solicitándole “responsabilidad” en sus declaraciones.
En el gabinete presidencial se fue el Secretario de Energía, Sergio Lanziani y en su lugar ingresó Darío Martinez. Por otra parte, la asesora ministerial Adriana Puigross renunció enfrentada con el titular de Educación Nicolás Trotta.
Alberto Fernández reflexionó sobre la cuarentena como método para combatir la pandemia: “Veo los resultados y no nos equivocamos. El salario real por supuesto que cayó pero la mitad de lo que cayó el año anterior. No me equivoque. Lo mejor que hicimos fue llevar asistencia a los que necesitaban”.
También valoró los indicadores económicos para salir al cruce de quienes sostienen que se paralizó la actividad por priorizar la salud a través de la cuarentena: “La actividad industrial de la argentina está por encima de los niveles que registraba en marzo y esto fue posible por la comprensión y el esfuerzo de todos; pero el riesgo de la pandemia no ha terminado y poco a poco vamos a ir volviendo”.
“Algunos me recomendaban que la economía no se frene, que se caigan los que se tengan que caer, que se enfermen los que se tengan que enfermar y que se mueran los que se tengan que morir. Yo preferí preservar la vida de la gente, la salud de los argentinos, antes que ganar un peso más en la economía”, finalizó el jefe de Estado.