Buenos Aires habilita bares al aire libre y construcción
En medio de un clima más tenso en términos políticos, y con la postura de Kicillof de no avanzar en más flexibilizaciones en el AMBA, el Presidente buscó un punto de equilibrio y accedió a parte del pedido que le hizo Larreta: esto es, autorizar a que vuelvan a funcionar los bares y restoranes al aire libre, con servicio de mozos; y reactivar el sector de la construcción privada en obras de más de 5 mil metros cuadrados y/o que estén a menos de 90 días de finalizar.

En cambio, Alberto F. desechó la posibilidad de que vuelva al trabajo el personal doméstico y también legitimar con su DNU algo que ya está sucediendo en la práctica: las reuniones sociales en parques y ambientes abiertos.
Desde la sede del Gobierno porteño en calle Uspallata, se mostraron conformes con el resultado de la negociación, dijeron que la reunión fue “muy positiva” y negaron cortocircuitos.
En efecto, ante el contexto de diferencias en torno a las flexibilizaciones que pretendía la Ciudad, lo primero que se acordó fue cómo comunicarlo. “Alberto les planteó que debido a que la situación se había mantenido estable en el AMBA y que el foco está en el interior, no tenía sentido hacer nuevamente una explicación conjunta y les propuso que cada uno informara con una conferencia de prensa”, confiaron cerca del Presidente. Fue una estrategia para descomprimir.
Más allá de las distintas posturas sanitarias, en la previa se entremezclaron motivos políticos. Tanto que, a diferencia de otras prórrogas de la cuarentena, en las que los tres mandatarios llegaban con cierto nivel de consenso, con reuniones previas suyas o de sus funcionarios, este viernes se dio la particularidad que no se vieron las caras durante toda la semana.
No es casual que haya sido justo en un momento de máxima tensión política, no sólo por el trámite de la reforma judicial, que rompió casi todos los puentes entre oficialismo y oposición; sino por los cruces entre Nación y Ciudad por la negativa del ministro de Educación, Nicolás Trotta; a convalidar el regreso a clases de 6.500 alumnos porteños que no tienen conectividad.
El tema de las escuelas, que quedó en stand by hasta la tarde, a la espera de una nueva cumbre entre Trotta y la ministra porteña Soledad Acuña, fue sólo una de varias diferencias. En el inicio de la semana, Rodríguez Larreta dejó en claro que esta vez iba a ir a fondo para avanzar con su plan de mayores aperturas.
Y tanto Nación como Provincia respondieron con señales de que no iban a ceder. El propio gobernador Kicillof se encargó de dejar saber que había resistido pedidos de apertura similares que algunos intendentes peronistas del AMBA le hicieron en la reunión que mantuvieron el jueves.
Con todo, no dejó de sorprender el contrapunto sanitario, sobre todo porque, como admitió el Presidente en la charla que mantuvo con los gobernadores, su preocupación hoy está puesta en “la situación en el interior”, mientras que en AMBA, a pesar de que los números son altos, se ha “estabilizado” la curva de contagios.
Si bien Alberto F. y Rodríguez Larreta habían hablado por teléfono el lunes, cuando el jefe de Gobierno porteño le avisó al Presidente que saldría a anticipar por Twitter su rechazo a la reforma judicial, no profundizaron en el tema sanitario. Luego, la tensión escaló y entonces fue el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero; quien lideró las negociaciones con su par de Ciudad, Felipe Miguel; y de Provincia, Carlos “Carli” Bianco.

Alberto Fernández y Santiago Cafiero, el miércoles, en la quinta de Olivos.
En las dos reuniones -miércoles y jueves- en Casa Rosada no hubo acuerdo político ni sanitario, a pesar de que los tres ministros de Salud, Ginés González García (Nación), Fernán Quirós (Ciudad) y Daniel Gollan (Provincia) tienen buena sintonía.
“Se va a definir mañana (por este viernes) Horacio con el Presidente”, se mostraban “optimistas” desde Ciudad. Finalmente, en esa línea, colaboradores de Larreta señalan que se fue de Olivos “muy conforme”, ya que las dos aperturas tienen “un impacto en la economía” y permiten trazar un horizonte hacia una nueva normalidad.
De todos modos, no hubo espacio para una postal “acuerdista”. En ese contexto no prosperaron las distintas alternativas que se barajan al clásico anuncio post reunión. La primera fue que la charla se registrara con una foto y quedara en stand by la conferencia para la tarde. tras el acto en Santa Fe. Otra fue que directamente se postergara hasta este sábado, con la excusa de que también permitiría tener un panorama más claro de la cuestión sanitaria.
Fuente: Clarín