7 días de política: Un camino largo y sinuoso
En Argentina el coronavirus sigue siendo la preocupación prioritaria, al igual que en la mayor parte de los países del planeta.
Pero hay naciones del mundo que económicamente están más “preparadas” para sostener el actual estado de cosas, y otras como la Argentina que durante el primer año de gobierno de Alberto Fernández hizo “lo imposible” para que las empresas no quiebren y los asalariados sigan cobrando.
Hubo medidas como el IFE y los ATP que ayudaron a convivir tal vez, con uno de los años más difíciles de la historia argentina.
Pero claro, en este lugar del mundo, los recursos son “finitos” y las restricciones muy difíciles de ejecutar. Vivimos en una Argentina donde la mitad de su población es pobre y la gente debe salir a buscar su subsistencia diaria.
El gobierno de Alberto Fernández ya no podrá repetir medidas paliativas como en su primer año de gestión. Los números no lo permiten. Por otro lado el confinamiento y las restricciones no pueden ser, siquiera, una sugerencia, pues hay un país que ya, no las puede cumplir.
Un nuevo vuelo de Aerolíneas Argentinas está llegando de Rusia con más vacunas. Ya, se aplicaron 200 mil dosis fundamentalmente al personal vinculado a la salud. Es poco, no alcanza, pero es un inicio y comienza a marcar un horizonte.
Mientras muchos países europeos están en la denominada “segunda ola” y otros hasta en la “tercera”, en este lugar del planeta aún nos mantenemos en la “primera” con una cantidad de casos preocupantes, alrededor de 14 mil diarios, que es cierto que no suben, pero tampoco bajan.
Estamos en una meseta. Aún no sabemos si hemos llegado al pico. A nuestro favor cuenta que el tiempo va transcurriendo y que los vacunados se irán incrementando.
Fue una semana “tranquila” a nivel político con una baja importante de apariciones de Alberto Fernández. Algunos sectores aprovechan el verano para disfrutar de sus vacaciones y los centros turísticos hacen lo “imposible” para que sus economías no se sientan vulneradas, pero que las medidas mínimas de distanciamiento social se cumplan.
El presidente tiene previsto un viaje a Chile. Se iba a realizar la semana que transcurrió, pero su par del país hermano, Sebastián Piñera quedó aislado sospechado de haberse contagiado el Covid y el viaje se suspendió para el próximo 26 de Enero. Será la primera visita de Estado que realizará durante su gestión y con el objetivo de reforzar los vínculos económicos y firmar acuerdos.
En una semana tensa, pero tranquila, volvió a “aparecer” el ex presidente Mauricio Macri intentando generar controversias, pero fundamentalmente instalándose en el centro del escenario político de la oposición, lugar que, por lo que se visualiza hasta el momento, no desea abandonar.
Macri pidió que “urgentemente” los chicos vuelvan a las escuelas. Declaraciones obvias que parten de un deseo social irrefutable, pero con muchas dificultades para llevarlo a cabo.
El que salió a responderle fue el actual ministro de Educación, Nicolás Trotta, tildando a Mauricio Macri de “cínico”.
El funcionario del gobierno nacional volvió a cuestionar al gobierno anterior, y en particular al ex mandatario, al señalar que “cuando uno dice que Macri es un cínico se relaciona al análisis que (el mismo Macri) hace de su gobierno”.
“Su gestión fue marcada por la desinversión educativa (porque) cuando asumió la Presidencia (en 2015) Argentina invertía 6,1 por ciento (de su PBI) en educación y en los cuatro años de su mandato la inversión cayó al 1,3 por ciento”, acotó.
Trotta abundó: “Menos inversiones es menos salario, es menor infraestructura, es menor distribución de computadoras y de libros, es menor formación docente. Eso es lo caracterizó al gobierno de Macri”. Fin de la discusión, al menos por el momento.
El Instituto de Estadísticas y Censos (Indec) publicó que el índice de precios al consumidor subió 4% en diciembre y de esta forma acumuló un incremento del 36,1% a lo largo de 2020, lo que determinó una baja de 17,7 puntos porcentuales respecto al 53,8% de 2019.
La noticia es positiva, pero difícil de evaluar ya que haber tenido una inflación anual del 36% es muy elevada para 12 meses en donde la actividad económica, debido al coronavirus, estuvo casi paralizada.
Pasados los 12 meses de gestión, el presidente Alberto Fernández tiene sus pies apoyados en un terreno pantanoso, pues no conforma a los que están fuera de su espacio, pero aunque en silencio y hacia adentro, también es cuestionado por miembros de su propio frente electoral.
Además el 2021 será un año “político” ya que en octubre habrá elecciones legislativas y dos meses antes (si es que no se suspenden) los partidos deberán atravesar las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO).
Nadie del frente gobernante se ve en condiciones de ser derrotado en su primera “prueba de fuego”, pero la posibilidad de construir una victoria recién deberá comenzar a hilvanarse a partir de ahora.
Las chances de intentar volver a ser un país “normal” en medio de la pandemia, no parecen demasiadas. Pero el horizonte de llegar a octubre con una población mayormente vacunada, no es una utopía.
Hasta ahora el gobierno puede enarbolar tres banderas en su primer año de gestión: la importante ayuda social aportada para que industrias, comercios y empleos no desaparezcan, la aprobación del aborto y la promulgación de la Ley y el cambio en la fórmula de la movilidad jubilatoria que ayudará a un importante sector postergado de la población.
Algunos cambios en el gabinete gubernamental irán apareciendo a partir de marzo por aquello de que “escoba nueva barre mejor” y para que todo el costo político no caiga en la figura de Alberto Fernández sino que ante la sociedad se observe a un presidente renovado y con caras distintas a su alrededor. El camino aún es largo y sinuoso.