7 días de política: último y conflictivo mes del año
“Vamos a poder vacunar 300 mil personas antes de fin de año. Cinco millones de personas durante enero y cinco millones durante febrero”, dijo el Presidente de la Nación Alberto Fernández.
Esto trajo un horizonte de alivio en la sociedad argentina que, al igual que en la mayoría de países del mundo, ha pasado un año 2020 extremadamente atípico.
Desde la presencia de la pandemia en la Argentina, allá por el mes de marzo, se contagiaron un millón y medio de personas, de las cuales fallecieron 39 mil.
“En base a lo que pasó en Europa, es razonable pensar que en el otoño pueda venir una segunda ola del coronavirus en América Latina. Esperemos que hagamos una epopeya todos los argentinos”, agregó el primer mandatario.
Alberto Fernández hizo un balance de su año de gestión: “Lamentablemente seré recordado como el presidente de la pandemia, pero con la experiencia que ninguno tuvo”.
“La aproveché porque puso en juego mis valores y no los alteré, los cumplí y no me equivoqué. El saldo es muy positivo y hay que ser muy necio para no darse cuenta”, señaló Fernández.
Pero el coronavirus no sólo afectó la salud de la población: Según un informe de la Universidad Católica Argentina, la pobreza en el país subió al 44,2% por la pandemia y no fue mayor por las políticas de ayuda del Gobierno
El informé señaló las consecuencias de la pandemia y la consecuente paralización de la actividad económica. Los datos son peores en el caso de niñas, niños y adolescentes
Luego de una semana donde el país ha llorado largamente la muerte de su ídolo mayor, Diego Armando Maradona, Argentina regresa poco a poco a esta nueva normalidad, llena de tristeza por el año cruel que se va y con grandes esperanzas por el que está por comenzar.
Mauricio Macri, quien sigue siendo la voz más resonante dentro de la oposición, viajó a la ciudad de Tandil, territorio en el cual nació, junto a 20 amigos a practicar golf en un campo.
Venía de una gira europea, pasó por París, donde vacacionó junto a su esposa y su hija menor y más tarde llegó a Zúrich para asumir su cargo como presidente de la Fundación FIFA.
Al regreso volvió a convertirse en el eje de una controversia cuando se reunió con intendentes de su partido en tiempo donde las reuniones estaban prohibidas y cuando ni siquiera habían transcurrido las dos semanas de cuarentena obligatoria dispuestas en ese momento para cualquier persona que llegara a la Argentina.
Ahora, desde el campo de golf, el ex presidente argentino realizó una curiosa explicación de su derrota electoral: “Muchos argentinos se dejaron tentar con asado gratis”
El líder de Juntos por el Cambio también auguró una crisis peor que la del 2001, que a su modo de ver va a “iluminar” a quienes no lo votaron para que entiendan que el rumbo que había tomado su gobierno “era el correcto”.
“El Frente de Todos les decía a los argentinos vuelvan con nosotros que les vamos a dar asado gratis o les llenamos la heladera”, dijo el ex presidente.
Macri opinó que ahora, “frente a la crisis en la que hemos entrado, que será peor que la del 2001, muchos van a entender” que el rumbo de su gobierno era el “correcto”.
Las críticas también llegaron del exterior: la revista británica The Economist cuestionó al mandatario argentino por su manejo de la pandemia y por el “caótico” velorio de Maradona “como los asuntos del país”. También habló de un “matrimonio político sin amor” con Cristina Kirchner.
Mientras, Alberto Fernández realizó duras críticas al macrismo en la inauguración de una nueva planta de la compañía estatal de combustibles YPF.
“Estoy feliz de estar en esta destilería de YPF. Yo pensé que era muy difícil dañar a YPF como la dañó la dictadura militar. Pero no. Es llamativo lo que se hizo en cuatro años”, dijo Alberto Fernández en relación con la política que desarrolló el expresidente Mauricio Macri.
“Seamos capaces de construir una normalidad que a todos incluya”, dijo el primer mandatario, en relación con la pandemia y la clásica pregunta que le suelen hacer, afirmó, respecto del regreso a la normalidad cuando el coronavirus sea parte del pasado.
Mientras esto ocurre, en el Congreso Nacional se dirime nuevamente el polémico proyecto de ley sobre aborto seguro, libre y gratuito, elevado a los legisladores por el Poder Ejecutivo.
Uno de los primeros en dirigirse a los diputados fue el ministro de Salud Ginés González García que pidió al oficialismo votar el aborto: “Si hubiera dos vidas, sería el mayor genocidio universal”, refiriéndose al consumo masivo en el planeta de “la píldora del día después”.
El funcionario pidió a los legisladores peronistas que lo voten y garanticen su sanción. “La genética del movimiento es la justicia social. Y cuando algo es tan diferente entre las mujeres, porque según sus consecuencias socioculturales pueden hacer algo o no; es la justicia social la que tiene que actuar”, sugirió.
Recordó que la ley de salud sexual y reproductiva de 2002 tenía el rechazo de gente que sabía que los productos se vendían en las farmacias, pero “se oponía a que hubiera un plan para los más débiles”.
El ministro dijo que un misoprostol, la pastilla utilizada para abortar, puede costar hasta 10 mil pesos y evita riesgos de internación ambulatoria, motivo de un mayor gasto de salud, mientras un aborto clandestino demanda hasta 50 mil pesos
“Entiendo que sufren aprietes, pero tengan la convicción, la evidencia de que, respetando las creencias, esto tiene una solución para resolverlo. Piensen cuando tengan que decidir lo que sufren las mujeres en estas condiciones. Tienen la posibilidad de cambiar la historia”, alentó Ginés.
Este será el tema que seguramente se impondrá en la agenda política caliente de un verano que está a punto de comenzar.