7 días de política: otra vez, la oposición marcha
La crisis sanitaria y económica que vive la Argentina, no sólo no se detiene, sino que se profundiza.
Tenemos 800 mil casos de coronavirus, 22 mil fallecidos y llevamos alrededor de 200 días desde el inicio del aislamiento preventivo.
El gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, lo había dicho con todas las letras, al comenzar la pandemia y su discurso pareció muy duro: “Es un virus peligroso, impredecible y que mata gente”.
La economía en semejante situación no arranca y se complica. El gobierno tomó una batería de medidas, pero nada parece ser suficiente.
“Estábamos esperando al bombero y llegó el sodero”, explicó el economista Carlos Melconian acerca del incendio generado por la crisis económica y las medidas gubernamentales que tienen “sabor a poco”.
Sin señales de reactivación, la industria y la construcción retrocedieron a niveles de funcionamiento de 11 años atrás.
En semejante situación, llegó al país una misión del Fondo Monetario Internacional para comenzar a negociar cómo la Argentina le devolverá los 44 mil millones de dólares que tomó prestado el gobierno anterior de Mauricio Macri.
El país no quiere más préstamos, sólo está negociando una mayor refinanciación para devolver el dinero de un modo factible.
El presidente Alberto Fernández viajó esta semana a la provincia de La Rioja donde reivindicó las acciones de su Gobierno en favor “de los más postergados”
“Aquella frase que usé el 10 de diciembre cuando asumí, ‘primero los últimos’, la hemos cumplido a rajatabla. De los que más nos hemos ocupado es de los que más habían quedado postergados”, durante la gestión macrista, resaltó el jefe de Estado
Admitió que “todavía estamos muy lejos, recién ahora cuando la pandemia empieza a aflojar estamos viendo cómo poder alcanzar los objetivos que buscamos, que son muy simples: aumentar la producción y aumentar el trabajo, que se invierta para producir y se dé trabajo”.
En ese contexto, pronosticó que en “el primer trimestre del año que viene vamos a poder estar decididamente poniendo todo nuestro esfuerzo para trabajar para que la Argentina recupere el consumo, la inversión y el trabajo, y volvamos a instalarnos como un país que crezca, que es lo que hace tiempo en la Argentina no pasa”.
Una parte de la oposición los denominados “duros” del macrismo llamaron nuevamente a mostrar la disconformidad con la actual gestión gubernamental, con un banderazo que tendrá como sede central el Obelisco y que, en esta oportunidad, se realizará el 12 de octubre.
En adhesión a la convocatoria, la presidenta de PRO, Patricia Bullrich, invitó a participa a la movilización, con un mensaje donde se refirió a un país “en la debacle total” y a la “agenda clandestina” de la vicepresidenta Cristina Kirchner.
“El 12 de octubre voy con mi bandera y mi auto a la marcha, voy porque creo que tenemos que salir de esta situación en la que estamos miles de empresas, comercios, trabajadores, estudiantes; todo el país en la debacle total por una situación que se podría haber evitado. Y los estudiantes, que no vuelven a estudiar, los chicos en sus casas sin escuelas, destruyendo un año de educación”, expresó la exministra de Seguridad de Mauricio Macri.
El ala moderada de la oposición, encabezada por el jefe de Gobierno porteño Horacio Rodríguez Larreta, piensa en construir haciendo política y ganando elecciones.
Al igual que su compañero de gestión Diego Santilli, no podrían postularse para seguir al frente del Ejecutivo local, situación que visibilizó la existencia de una incipiente lista de nombres que podrían aspirar a ocupar el mando.
Con una serie de contactos virtuales con dirigentes del interior del país, el oficialismo porteño puso en marcha su estrategia para proyectar a nivel nacional a Horacio Rodríguez Larreta, mientras que comienzan a aparecer, puertas adentro de la coalición, nombres de referentes del PRO y la UCR que se anotarían en la puja por la sucesión del jefe de gobierno capitalino.
Buscamos replicar lo que se hizo en la Ciudad en el resto del país, abriendo la coalición a todos lo que se quieran sumar”, aseguraron fuentes del oficialismo porteño que participan del armado político para poner a Larreta en un sitio de liderazgo en la oposición a nivel nacional, más allá de los límites de la Capital Federal: la presidencia de la nación en el 2023.
Algunos dirigentes entienden que “hay un exceso de candidatos” en la nómina de postulantes que incluye a la actual presidenta del PRO, Patricia Bullrich; al exministro del Interior Rogelio Frigerio; al senador radical de Juntos por el Cambio Martín Lousteau; a la diputada Graciela Ocaña; al actual jefe de Gabinete, Felipe Miguel, y los más aventurados suman al expresidente Mauricio Macri.
Sin embargo la elegida por Larreta para sucederlo es la ex gobernadora de la provincia de Buenos Aires, María Eugenia Vidal. Difícil que pueda imponerla, pero “la política es el arte de lo posible”.
Por su parte, el ex ministro del interior de Macri, Rogelio Frigerio admitió que “todavía falta una profunda autocrítica” respecto del gobierno que integró.
Desde el oficialismo, el jefe del bloque del Frente de Todos en el Senado, José Mayans, acusó a miembros del Gobierno de Cambiemos de haber formado parte de “una asociación ilícita” que perseguía “intereses ocultos” y que trabajó en pos de “la especulación financiera para dejar en ruinas a la economía argentina”.
El senador afirmó que hubo una fuga de 89 mil millones de dólares durante la gestión pasada y calificó de “irresponsables” a los miembros de la oposición.
“Eso fue delito, eso sí que fue asociación ilícita, los de Economía y los del Banco Central, todos juntos trabajando en la especulación financiera para dejar en ruinas a la economía argentina”, subrayó, y aseguró que los miembros del Gobierno anterior “respondían a sus propios intereses”.