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7 días de política: en el centro de la escena

Fue una semana donde el presidente Alberto Fernández retomó la iniciativa. Se cumplió un año de la llegada del coronavirus a la Argentina que provocó infectados, fallecidos, un importante golpe a la economía y el desgaste de toda la clase política.

Las vacunas llegan lentamente. De a poco se va inmunizando al personal de salud, a los mayores de 70 años y a los docentes. La “nueva” normalidad se va imponiendo. Los más optimistas suponen que tendremos “inmunidad de rebaño” para fin de año. Otros piensan que esto recién se generará a fines del 2021.

Sin embargo, el calendario electoral no se modifica y en octubre se elegirán diputados nacionales. Dicen que las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias que son en agosto se suspenderán, pero por ahora están vigentes.

Eso significa que en junio, dentro de pocos meses se iniciaría el movimiento proselitista de los partidos políticos con la mirada puesta en los votantes.

En este año de pandemia la clase política se vio afectada. Fundamentalmente los encargados de gestionar. Todos, sin excepción tuvieron una caída en su imagen o en la de su gestión.

El Presidente brindó su tercer discurso ante el Congreso para dejar abierto el 139º período de sesiones ordinarias.

Alberto Fernández anunció que impulsará una “querella criminal” para identificar a los autores y participes del endeudamiento asumido durante el gobierno de Mauricio Macri, por unos US$55.000 millones, al que calificó como “la mayor administración fraudulenta y la mayor malversación de caudales que nuestra memoria registra”.

También el Presidente pidió al Congreso Nacional la sanción del proyecto de reforma del Impuesto a las Ganancias, que permitirá beneficiar a más de un millón de trabajadores, así como la aprobación de las modificaciones en el Poder Judicial y el Ministerio Público, y anunció el envío de un conjunto de iniciativas para mejorar el acceso a la justicia.

Fernández anunció que enviará al Congreso un Proyecto de Ley para declarar la emergencia en los servicios públicos y regulados, que permita avanzar en la tarea de “desdolarizar” las tarifas y “adecuarlas a una economía que tiene sus ingresos en pesos”.

Tras asegurar que “la pesadilla de tener que decidir entre alimentarse o pagar los servicios públicos, la incertidumbre permanente de no saber cuánto iba a venir de luz y gas ha llegado a su fin”, el Presidente destacó la importancia de “marcar un sendero en el precio de las tarifas para el próximo año”.

En referencia a la pandemia, Alberto Fernández sostuvo que “aún con mucho dolor” tomó “las decisiones que correspondían” en relación a las anomalías detectadas en el plan de vacunación, y ratificó que en ese proceso “hay prioridades y las reglas se deben cumplir”.

“Si se cometen errores, la voluntad del Presidente es corregirlos de inmediato”, dijo el mandatario quien explicó: “No llegué a la Presidencia para ser sordo a las críticas bien intencionadas”

Y las críticas de la oposición al discurso de Fernández llegaron, no siempre con la mejor de las intenciones.

 “Fue un discurso de un panelista de chimentos”. Para la dirigencia opositora, el mensaje del Presidente “fue un ataque brutal a la Justicia” y fueron palabras “cargadas de violencia, polarización, victimización, chicanas y cero autocrítica”

Así lo afirmaron los diputados Alfredo Cornejo, Omar De Marchi y Waldo Wolff y el senador Humberto Schiavonni, en la Asamblea Legislativa. Todos de Juntos por el Cambio.

Para algunos, fue el inicio de la campaña electoral ya que toda la dirigencia opositora criticó en duros términos las palabras presidenciales, en donde hubo muchos párrafos dirigidos a cuestionar al gobierno de Mauricio Macri.

La presidenta del PRO, Patricia Bullrich, consideró que “fueron casi dos horas de acusaciones por un lado, y de imágenes que dibujan la realidad de un país que no es el nuestro”.

El primer mandatario tuvo otra aparición pública, esta vez en la ciudad de Bariloche donde tuvo un discurso conciliador: “Nada quiero más en el mundo que ser el Presidente que una a los argentinos”

Fernández pidió “una Argentina para todos”, sin banderías políticas, y “con respeto en la diversidad”.

“Tantas veces hablan de que, porque sólo decimos verdades que a otros les hacen ruido, nosotros no queremos la unidad. Nada quiero más en el mundo que ser el Presidente que una a los argentinos. Hay quienes piensan la Argentina para unos pocos”, señaló el mandatario.

“Unidad no quiere decir que todos pensemos igual sino que queremos el mismo objetivo. La unidad sólo es posible en la diversidad. Estar unidos no quiere decir que todos pensemos igual. Quiere decir que todos queremos el mismo objetivo”, finalizó.

Apareció también, esta semana, la vicepresidenta Cristina Kirchner y lo hizo con duras declaraciones.

Cristina aludió a un sistema “podrido y perverso” y culpó al Poder Judicial. Dijo también que: “La Justicia es responsable de lo que pasó durante el gobierno de Macri”

La vicepresidenta hizo una durísima presentación ante la Cámara de Casación por la causa dólar futuro. “Yo estoy acá sentada y el otro mirando partidos en Qatar”, lanzó.

Cristina Kirchner aseguró que el Poder Judicial interfirió en el triunfo de Mauricio Macri en 2015 y, por lo tanto, es “responsable” de lo pasó durante el gobierno de Cambiemos y de la crisis económica actual.

La vicepresidenta expuso ante la Cámara de Casación por la causa dólar futuro y realizó un durísimo alegato sobre la Justicia. “Es un sistema podrido y perverso”, lanzó Cristina al final de un enardecido discurso.

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